Explora el mundo de los bióticos

Detrás de la palabra “bióticos” se encuentran todas las soluciones desarrolladas para cuidar de tu microbiota, ayudándote a preservar tu estado de equilibrio y a promover la buena salud. Existen tres categorías principales de bióticos: prebióticos, probióticos y postbióticos.
Para entender mejor la diferencia entre ellos, imaginemos por un momento que la microbiota es un campo que tenemos que cuidar.

¿Cuáles son las diferentes soluciones bióticas?

Prebióticos = el sustrato

Un buen sustrato es esencial para obtener un buen cultivo. La planta necesita un suelo de calidad para obtener todos los nutrientes necesarios para su desarrollo y crecimiento. En el caso de los bióticos, los prebióticos desempeñan este papel. La ISAPP (Asociación Científica Internacional de Prebióticos y Probióticos) los define como “un sustrato que es utilizado selectivamente por los microorganismos del huésped confiriendo un beneficio para la salud¹”. En otras palabras, los prebióticos son compuestos, como las fibras vegetales, que el ser humano no es capaz de digerir², pero que su microbiota sí. Las bacterias se alimentan de ellas para producir compuestos que son benéficos para la salud.

Probióticos = las semillas

El segundo ingrediente clave para el cultivo del campo son las semillas. Son fundamentales, pues sin ellas, poco ocurre, al igual que ocurre con los probióticos. Estos últimos han sido definidos por la OMS como: los «microorganismos vivos que, cuando son administrados en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la salud del huésped³». En pocas palabras, los probióticos son bacterias benéficas y útiles.

Postbióticos = la cosecha

Por último, cuando llega el momento de la cosecha, llega el momento de recoger los cultivos. Al hacerlo no se cosecha toda la planta, sino fragmentos inanimados, como los frutos, que ofrecen interesantes propiedades. Lo mismo ocurre con los postbióticos, que la ISAPP define como «una preparación de microorganismos inanimados y/o sus componentes que confieren un beneficio para la salud del huésped⁴». Es decir, se trata de bacterias inanimadas o fragmentos de ellas que tienen un efecto positivo en la salud. Es posible que también se haya encontrado con el término «simbióticos», que casi siempre resulta confuso. Pero no se preocupe, los simbióticos son simplemente una combinación de prebióticos y probióticos. Es decir, un paquete que contiene tanto las semillas como el abono.

¿Qué “bióticos” elegir?

Identificación

Para elegir los “bióticos” correctos es esencial aprender primero a identificarlos. Empecemos por aclarar un poco los largos y complejos nombres de las bacterias. Las bacterias se denominan en base a tres elementos: el género, la especie y la cepa. Por ejemplo: Lactobacillus delbrueckii LB-d.

Cada cepa tiene sus propias características y efectos en la salud, por lo que no pueden sustituirse. Por lo tanto, es vital elegir la cepa bacteriana adecuada para nuestras necesidades.

Características

El segundo punto a tomar en cuenta al elegir los bióticos son las propiedades que les hacen ser eficaces. Estas propiedades deben estar científicamente probadas:

Viabilidad:

Para ser eficaces, los probióticos deben seguir siendo viables durante el almacenamiento.
Gracias a su naturaleza inanimada, la principal ventaja de los postbióticos es que permiten librarse de estos problemas de estabilidad. Por ejemplo, no son sensibles a la temperatura, por lo que no es necesario almacenarlos en frío.

Gastrorresistencia:

Las cepas probióticas deben llegar vivas al intestino. Por lo tanto, deben ser lo suficientemente resistentes como para atravesar el tracto digestivo y sobrevivir al pH del estómago sin morir.
Los postbióticos, en cambio, no están vivos y ocurre lo mismo que con la estabilidad. Por lo tanto, ¡no es necesario que sean gastrorresistentes!

Adhesión a la mucosa:

Tanto para los probióticos como para los postbióticos, cuanto mayor sea el tiempo de interacción con la mucosa intestinal, más benéficos serán sus efectos. Por lo tanto, su eficacia depende de su capacidad para adherirse a las células del intestino.

Aunque tanto los probióticos como los postbióticos tienen efectos benéficos para la salud, los postbióticos son más recomendables por su gran estabilidad. Además, permiten evitar muchas dificultades relacionadas con la naturaleza viva de los probióticos.

Como podemos ver, elegir bióticos de calidad es fundamental y mucho más importante que confiar solo en la cantidad de cepas etiquetadas. De hecho, no se ha demostrado ninguna relación entre la eficacia y la cantidad ingerida, es decir, cada biótico actúa según la dosis recomendada y probada en estudios clínicos.

Quality & Safety

Para garantizar la calidad y un buen perfil de seguridad de los “bióticos”, es esencial una buena trazabilidad. La calidad se estandariza para garantizar la seguridad a los consumidores. No obstante, lo mejor es elegir “bióticos” fabricados por empresas reconocidas, con altos estándares de calidad, y que se someten a controles regulares por las autoridades competentes.

La seguridad forma parte integral de la definición de postbióticos. En efecto, para poder comercializar un postbiótico, el fabricante debe ofrecer una garantía de seguridad para el usuario en las condiciones de uso recomendadas. Deben igualmente incluir una descripción detallada de la composición de su producto.

1. INSERM, 2016
2. ISAPP, “Microbiome”, consulted on January 25th 2021 at: https://isappscience.org/for-scientists/resources/microbiome/
3. Hill C, Guarner F, Reid G, et al. Expert consensus document. The International Scientific Association for Probiotics and Prebiotics consensus statement on the scope and appropriate use of the term probiotic. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2014;11(8):506-514. doi:10.1038/nrgastro.2014.66
4. Salminen, S., Collado, M.C., Endo, A. et al. The International Scientific Association of Probiotics and Prebiotics (ISAPP) consensus statement on the definition and scope of postbiotics. Nat Rev Gastroenterol Hepatol (2021). https://doi.org/10.1038/s41575-021-00440-6