Microbiota, microbioma, eubiosis, barrera intestinal… El vocabulario de la microbiota a veces puede resultar un poco confusa. En este artículo, repasamos y aclaramos el significado de algunos de los principales términos.
Flora intestinal, microbiota y microbioma: falsos amigos
Primera buena noticia para orientarse en el vocabulario de la microbiota: “flora intestinal” y “microbiota intestinal” son sinónimos. La expresión “flora intestinal” es simplemente la que viene utilizándose históricamente para denominar la microbiota intestinal. Se refiere a todos los microorganismos que forman un ecosistema en el tracto digestivo. Estos microorganismos son de distintos tipos (bacterias, levaduras, virus, hongos, protozoos) y viven en simbiosis con nosotros. Esto significa que ambos sacamos provecho de la relación: nosotros les proporcionamos alimentos y ellos producen los nutrientes que necesitamos. Cabe señalar que se suele hablar de «la» microbiota, en singular, pero en realidad cada uno de nosotros tiene varias microbiotas: la famosa microbiota intestinal, por supuesto, pero además está la microbiota de la boca, los pulmones y la piel.
Otra trampa que hay que evitar en el vocabulario de la microbiota es la confusión con el término “microbioma”. Este último no se refiere a los microorganismos que componen nuestra microbiota, sino a todos sus genes.
Eubiosis, disbiosis y patologías asociadas
La microbiota es un ecosistema frágil y su composición puede cambiar con el tiempo. La eubiosis es el estado de equilibrio en el que se encuentra una microbiota sana, es decir, cuando la flora intestinal está compuesta principalmente por bacterias «amigas». Por el contrario, la disbiosis hace alusión a un estado de desequilibrio en la microbiota donde las bacterias patógenas proliferan más que las beneficiosas. La disbiosis puede ser la causa de muchas enfermedades, sobre todo digestivas en el caso de la microbiota intestinal.
Las paredes del intestino actúan como barrera intestinal: impiden la entrada en el organismo de sustancias potencialmente nocivas. En caso de disbiosis, esta función de filtrado puede verse alterada y hacer que estas paredes dejen pasar más bacterias, virus u otros agentes patógenos. En el vocabulario de la microbiota, esto se denomina se denomina hiperpermeabilidad intestinal.
Este problema de permeabilidad intestinal puede derivar en problemas digestivos (diarrea, estreñimiento, gases, etc.) e incluso patologías, en particular enfermedades digestivas como la EII o el síndrome del intestino irritable. Las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) engloba dos patologías, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Ambas tienen como característica la inflamación de una parte del tracto digestivo. Además de la disbiosis, el Síndrome del Intestino Irritable incluye alteraciones de la motricidad intestinal y un aumento de la sensibilidad intestinal. ¿Estas son las causas o las consecuencias de la enfermedad? Todavía no se sabe a ciencia cierta, puesto que aún no se conocen muy bien los mecanismos de aparición de estas patologías.
Aún quedan muchas cuestiones por aclarar sobre la microbiota, y no solo en lo que respecta la digestión. Se están investigando especialmente los vínculos entre los trastornos de la microbiota intestinal y los trastornos cardiometabólicos, las alergias alimentarias y la depresión.
Elementos clave del vocabulario de la microbiota: bióticos
Es posible que ya hayas oído que los bióticos, junto con una dieta y un estilo de vida saludables, son una de las soluciones para cuidar la microbiota, especialmente en casos de disbiosis. Pero entre todos los bióticos que existen, ¿cómo saber cuál es el adecuado? Veamos:
- Los prebióticos son compuestos que favorecen el desarrollo de las bacterias “buenas” de la microbiota. Por ejemplo, algunas fibras se caracterizan por ser prebióticas. Como no somos capaces de digerirlas por nosotros mismos, estas fibras llegan intactas a nuestra microbiota intestinal: todo un banquete para nuestra microbiota que los transforma en compuestos que resultan beneficiosos para nuestra salud. ¡Un ejemplo perfecto de simbiosis!
- Los probióticos son bacterias “buenas” que, cuando se ingieren vivas y en cantidad suficiente, tienen un efecto beneficioso para la salud. Estas bacterias beneficiosas las encontramos en determinados alimentos, complementos alimenticios y medicamentos.
- Los simbióticos son una combinación de prebióticos y probióticos: enriquecen la microbiota con bacterias “buenas” y la alimentan con fibra.
- Los postbióticos quizás sean los menos conocidos de la familia de los bióticos, pero no por ello menos interesantes, ya que también tienen un beneficio para la salud. Su particularidad: los postbióticos son inanimados y no requieren un microorganismo entero para ser efectivos. Pueden ser bacterias enteras pero inanimadas y/o fragmentos de microorganismos inanimados, con o sin compuestos procedentes de su medio de cultivo.
Le parece ahora más claro el vocabulario de la microbiota, ¿no?
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